He jugado, comido, montado en bicicleta, pintado y reído en una comunidad de leprosos durante cuatro días y no estoy loco. No lo estoy porque las personas que lo sufren merecen ser atendidas, escuchadas y amadas. No lo estoy porque la lepra es una enfermedad muy poco contagiosa, el 95% somos inmunes y es totalmente curable desde hace mucho tiempo.
"La lepra ya es historia. Es hora de soñar. Merecemos las mismas oportunidades" afirma tajante Debna, uno de los miles de ejemplos de superación. Esta viuda india, con tres hijos a su cargo, contrajo la enfermedad hace un año. Ya está curada y ahora trabaja en un centro concienciando y ayudando a muchos a afrontar sus miedos.
El tratamiento solo consta de 3 antibióticos y si es detectado a tiempo puede desaparecer en pocas semanas. "Muchos piensan que es muy costoso y muy pesado. No es así. Lo importante es la prevención" dice Debna.
Y es que, más de 14 millones de personas se han curado en los últimos 20 años y según los estudios esta enfermedad con más de 4.000 años de historia va decreciendo cada año más.
La India es con diferencia el país del mundo con más enfermos de lepra. Los tachan de intocables y los excluyen, marginan y apartan de la vida social puesto que la religión hinduista cree que la lepra es un castigo por los pecados de la vida anterior. Poco a poco esto está cambiando. Gandhi introdujo a los intocables en los templos hindus y se está empezando a entender que la mayoría pueden curarse y tener una vida normal.
La enfermedad se va gestando durante varios años y algunos de los primeros síntomas son la pérdida de sensibilidad en partes del cuerpo y manchas en la piel. Cuando está muy avanzada se pueden producir deformidades en manos y pies. Santosh, un paciente del leprosario de 50 años reconoce triste que no dio importancia a la enfermedad e insiste en la educación para cambiar las cosas. En pocos días saldrá del caluroso cuarto que comparte con otros cuatro, a los que ya considera amigos y podrá abrazar a su mujer.
Santosh y Debna son solo algunos de los que han pasado por los más de 1.000 leprosarios asentados en este país asiático. Éstos ofrecen la oportunidad a muchos a combatir la enfermedad y a abrir los ojos a todos.
"La lepra no debe ser temida. Puede ser curada. La lepra espiritual es peor, nace del odio, falta de respeto e intolerancia" dijo el misionero polaco Marian Zelazek, una de las personas que más ha hecho por dar dignidad a los intocables de la India.
Si a día de hoy existe la lepra es por falta de empatía e interés por parte de la sociedad ¿No seremos nosotros los intocables?
"La lepra ya es historia. Es hora de soñar. Merecemos las mismas oportunidades" afirma tajante Debna, uno de los miles de ejemplos de superación. Esta viuda india, con tres hijos a su cargo, contrajo la enfermedad hace un año. Ya está curada y ahora trabaja en un centro concienciando y ayudando a muchos a afrontar sus miedos.
El tratamiento solo consta de 3 antibióticos y si es detectado a tiempo puede desaparecer en pocas semanas. "Muchos piensan que es muy costoso y muy pesado. No es así. Lo importante es la prevención" dice Debna.
Y es que, más de 14 millones de personas se han curado en los últimos 20 años y según los estudios esta enfermedad con más de 4.000 años de historia va decreciendo cada año más.
La India es con diferencia el país del mundo con más enfermos de lepra. Los tachan de intocables y los excluyen, marginan y apartan de la vida social puesto que la religión hinduista cree que la lepra es un castigo por los pecados de la vida anterior. Poco a poco esto está cambiando. Gandhi introdujo a los intocables en los templos hindus y se está empezando a entender que la mayoría pueden curarse y tener una vida normal.
La enfermedad se va gestando durante varios años y algunos de los primeros síntomas son la pérdida de sensibilidad en partes del cuerpo y manchas en la piel. Cuando está muy avanzada se pueden producir deformidades en manos y pies. Santosh, un paciente del leprosario de 50 años reconoce triste que no dio importancia a la enfermedad e insiste en la educación para cambiar las cosas. En pocos días saldrá del caluroso cuarto que comparte con otros cuatro, a los que ya considera amigos y podrá abrazar a su mujer.
Santosh y Debna son solo algunos de los que han pasado por los más de 1.000 leprosarios asentados en este país asiático. Éstos ofrecen la oportunidad a muchos a combatir la enfermedad y a abrir los ojos a todos.
"La lepra no debe ser temida. Puede ser curada. La lepra espiritual es peor, nace del odio, falta de respeto e intolerancia" dijo el misionero polaco Marian Zelazek, una de las personas que más ha hecho por dar dignidad a los intocables de la India.
Si a día de hoy existe la lepra es por falta de empatía e interés por parte de la sociedad ¿No seremos nosotros los intocables?
¡Qué gran post, Fer! tienes toda la razón del mundo. ¡Qué suerte haber podido vivir esa experiencia!
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